Construido en 1889 en Coronado, California, Don Miguel González lo adquiere en el país vecino en 1920 y lo traslada en 3 partes a Tijuana. Su estructura de madera permitió la movilidad de todo el inmueble y lo estableció en una primera etapa en la Avenida Revolución, entre la calle segunda y tercera. Se convirtió en el primer hotel de dos pisos en la ciudad, hospedando en su mayoría a turistas y comerciantes provenientes de Estados Unidos que visitaban nuestra frontera donde no existía la ley seca que imperaba en su país.